jueves, 31 de diciembre de 2009

Politica Internacional



Leo con asombro, algunos comentarios sobre política internacional, que me causan rubor y sorpresa. No entiendo como es posible que se pueda seguir manteniendo esquemas que corresponden a situaciones pasadas, que poco o nada tiene que ver con la realidad imperante.

Claro que no es de extrañar, si se tiene en cuenta, que algunos dirigentes políticos, carentes de capacidad analítica y torpemente asesorados, se atreven a decir las cosas que dicen y son repetidos por una cohorte de indocumentados loros parlachines, disfrazados de informadores o comentaristas.

El contexto internacional es el que es, otra cosa son los deseos, aspiraciones y sueños de cada uno, y sobre todo los sueños y aspiraciones, de cada Estado-nación.

El nacimiento del comunismo, es consecuencia, entre otras, del fin de una guerra y el inicio de una paz poco duradera y ésta es una de las razones del triunfo de la revolución bolchevique.

Las naciones europeas, humilladas y arruinadas por la guerra (argumento que sirvió a Hitler para justificar agresión militar) sirvieron de caldo de cultivo, para la expansión del movimiento comunista por un lado y el nacionalismo fascista por el otro.

El fin de la primera Guerra Mundial, da paso a la aparición de una potencia militar y económica de primer orden, que no sólo no había sufrido las consecuencias de la guerra, sino que salía fortalecida de ella: Estados Unidos de América.

El escenario está servido, Estados Unidos, en este contexto, se erige en el adalid de la libertad frente al comunismo y al fascismo, por su marcado carácter totalitario, dado que no solo no ha sufrido las consecuencias de  la Primera Guerra Mundial, sino que ha sido su gran beneficiario, ya que fue el suministrador de alimentos y armas a los ejércitos combatientes, en un campo de batalla alejado de sus fronteras.

Como consecuencia de todo ello Estados Unidos experimenta un crecimiento económico impensable en años anteriores, que duraría hasta el inicio de la Gran Depresión del año 1.929, pero una vez más sería Europa la que pagaría las consecuencias del descontrol financiero y de la anarquía de los mercados internacionales, Alemania su hunde más y más después de una guerra que la había sumido en la frustración y había mancillado su orgullo nacional.

Las consecuencias de los desajustes sociales y de la calamitosa situación europea, es la aparición de un movimiento obrero reivindicativo, que no se resigna a pagar las consecuencias del capitalismo salvaje y la sangría de la descolonización forzada por las guerras de independencia, algunas de las cuales son azuzadas por los Estados Unidos de América, en beneficio propio, dando rienda suelta a su papel Imperialista y señalando el fin  de la hegemonía de las potencias coloniales europeas. (finales del siglo IXX principios del XX) que redondea con la doctrina de Monroe, reservándose para si el continente americano.

La Segunda Guerra Mundial, brinda una nueva oportunidad a los Estados Unidos de América (USA), para ejercer, esta vez con más preponderancia su papel de policía del planeta.

La política de expansión de Hitler, su ansia de vengarse de Rusia, y de anexionarse todo cuanto país  se pusiera a su alcance, le hacen imparable frente a una Europa debilitada por años de guerra y sumida en la depresión económica, consciente de que su ayuda es necesaria para que Europa pueda librarse de la agresión de Hitler, USA, impone un alto precio a su alianza: la presencia permanente de sus ejércitos en los territorios liberados.

Así es como USA  establece sus bases militares a lo largo y ancho de Europa, so pretexto de garantizar una paz duradera, frente a las pretensiones “totalitarias”.

Estados Unidos de América, se convirtió en el primer consumidor de materias primas del planeta, en la locomotora de la economía mundial, en el principal exportador de mercancias y capitales del mundo, y en su gendarme, gracias a la debilidad del resto de las naciones.

Una Europa unida, saneada en lo económico, sin ansias nacionalistas y coloniales no hubiera dado pie a que una joven nación como USA se arrogara el papel de policía del planeta.

Sobre lo dicho se pueden verter miles de argumentos, cábalas y disquisiciones, pero lo que no se puede decir es que los USA son las hermanitas de la caridad de Sana Ana.



El periodo de paz que arranca con el fin de la Segunda Guerra Mundial, conocido como Guerra Fría, se ha caracterizado por el protagonismo de las dos potencias militares del planeta, Estados Unidos al final de la guerra, había construido la maquinaria militar con mayor capacidad de fuego, jamás conocida en la historia de la humanidad, lo cual llevó a la Unión Soviética a seguir sus pasos, en lo que se conoció como carrera armamentista.

Después de ocupar Japón y de instalar bases militares en diversos puntos de oriente y en toda Europa, el enemigo soviético está rodeado.

El Plan Marshall, más que ayudar a las naciones perjudicadas por los bombardeos y la escasez de alimentos, sirvió para frenar a la izquierda europea y sus aspiraciones socialistas, favoreciendo la libre empresa y dando pie a lo que conocemos como OCDE, Alemania tardaría años en recuperarse,  mientras su país seguía ocupado por el ejercito USA, hasta nuestros días.

Durante estos años, la pugna entre las dos super-potencias se dirigía a bipolarizar la vida del planeta, haciendo que los países se alinearan en torno a uno u otro bloque, a pesar de lo cual se creó el bloque de los llamados países no alineados, que si bien en sus orígenes (Bandung Indonesia) tenía una vocación neutral, poco después fue liderado de forma alternativa por Fidel Castro, Gadafi, Tito, etc. (sin comentarios).

Otros países importantes, como India y China, tradicionalmente al margen de la política internacional, se mantuvieron en un discreto segundo plano, conviene aclarar que China sostuvo siempre su política de coexistencia pacífica, frente a la beligerancia de la Unión Soviética.

La caída del Muro de Berlin, como consecuencia del desmoronamiento del sistema político y económico soviético, marca el inicio de una nueva era en las relaciones internacionales, que se caracteriza por la reestructuración del mapa político del planeta con el surgimiento de nuevas naciones y de nuevas contradicciones regionales, así como el incremento del desarrollo económico en un buen número de países, especialmente los más poblados del planeta: Brasil, India y China.

La unificación de Alemania, la consolidación de Europa en la Unión Europea, el hundimiento de Rusia y los reajustes en los antiguos países de la órbita soviética, producen nuevos alineamientos estratégicos, que dan paso a un nuevo orden mundial

Estado Unidos, en este nuevo contexto, no está en condiciones de seguir jugando al papel de gendarme del planeta, por primera vez en la historia de la humanidad, la diversidad de orientaciones político-ideológicas, económica y religiosa, hace que cualquier posicionamiento deba ser analizado de forma multilateral por la comunidad internacional, agrupada en dos niveles de consulta el G-20 y el G-8 para casos puntuales y cediendo a la ONU el papel de gendarme, para el que fue creada originalmente.

El crecimiento sostenido, de los países “emergentes”, léase Brasil, China, India, - a pesar de que esa denominación se aplicaba en los 80 a un grupo más amplio – junto a la creación y consolidación de nuevos bloques económicos regionales, tales como el ALBA, MERCOSUR, ALCA, entre otros,  unido al protagonismo de los dirigentes de sus países, está creando una dinámica variable a la hora de posicionarse sobre asuntos de interés internacional, tal como ha dejado claro la última cumbre de Copenhague, por un lado, mientras que en las alianzas o acuerdos puntuales, como el tema de Irak o Afganistan, y Orirnte Medio, siguen manifestándose desacuerdos y variaciones, que no siempre coinciden con los deseos y los intereses del los EE.UU. el cual ha tenido que recurrir en las últimas intervenciones militares al apoyo de muy distintos países, con resultados muy desiguales, tal es el caso de la oposición francesa a la intervención en Irak, la retirada española e italiana, etc. etc. lo que  pone de manifiesto, que cualquier intento de sojuzgar o intervenir, por parte de los USA hoy día, ha de contar con la opinión y el beneplácito del resto de potencias y grupos de la región.



Por todo lo dicho anteriormente queda de manifiesto, que el contexto internacional ha cambiado sustancialmente:

El dólar ha dejado de ser la única moneda de referencia y se ve seriamente amenazada por el euro, como moneda refugio, al margen del papel que pasaran a jugar las monedas orientales en el futuro inmediato.
La consolidación del capitalismo de Estado, representada por China (seguido por Vietnam) y en dudosa fase de transición-experimentación en Venezuela.
Los países emergentes cuentan poderosos ejércitos armados hasta los dientes y algunos de ellos, dotados de armamento nuclear, situación impensable al final de la II Guerra Mundial.
Los países emergentes, han pasado de ser importadores a exportadores, su desarrollo industrial les  ha convertido en grandes consumidores de materia prima, y sus mercados interiores y exteriores crecen día a día, el alza que han experimentado los precios del cemento, el petroleo y el acero no es ajena a los procesos de desarrollo de naciones como Brasil, china o la India.
Los países productores de petroleo, regulan el precio del crudo en función de la demanda, al margen de los intereses de los países consumidores, y las multinacionales del sector.
En el planeta se han creado mercados regionales, que no dependen de los intereses comerciales de las grandes potencias, ni de las multinacionales.
Los reajustes que va a sufrir necesariamente Rusia en los próximos diez años, van a dibujar un nuevo mapa, al que hay que estar atentos.

Estados Unidos, es consciente de esta situación y de la perdida de su protagonismo en la escena internacional, quien siga pensando que es la superpotencia de la guerra fría se equivoca.

Estados Unidos, ha perdido su primacía, ya no es el primero de la clase en todo... menos aún en la defensa de los derechos humanos.

A pesar de todo lo dicho, quedan por resolver muchas incógnitas, que en los años venideros han de despejarse para bien o para mal.

La solución duradera, del conflicto de Oriente Medio.
El injusto desbloqueo de Cuba.
El control de la amenaza islamista y su extensión cada vez mayor en los países árabes.
El papel de la OTAN, y la creación de un ejército europeo de intervención inmediata.
El reconocimiento universal (sobre todo de USA) de la Corte de Justicia Internacional, como instancia para la administración de justicia, comúnmente aceptada.
El funcionamiento efectivo y eficaz de la ONU como arbitro de los desacuerdos y los conflictos internacionales.
La consolidación de los bloques regionales, en lo económico y en lo militar, a fin de garantizar la estabilidad y el crecimiento sostenido de las distintas regiones del planeta.

De como se resuelva todo este entramado, dependerá el futuro inmediato del planeta y de los pueblos que lo conforman.

Pero no va a depender de la voluntad o de la intervención de una “potencia imperialista”, ni de la mala voluntad de los infieles hijos de satanás, ni de la derecha desestabilizadora ni de los extremistas de la izquierda revolucionaria.

Va a depender de la voluntad política para resolver los problemas, llegar a los acuerdos necesarios, dentro de la diversidad de opciones y alternativas existentes, con una actitud critica y positiva que haga posible avanzar a la humanidad en medio del desconcierto mundial.

La demagogia no es buena compañera, en  los tiempos que corren, hacer un uso excesivo del lenguaje ideológico, no solo no es moderno, es anticuado y poco atractivo.

No se tiene más razón, por usar argumentos ideológicos puros, cuando suenan a un pasado ya superado y que no volverá, creo que no hay que recordar a Hegel.

Estamos acudiendo a una nueva era, en la que el mundo se va a regir por relaciones multipolares (globalización) y en las que cada vez más países van a jugar un papel de primer orden a la hora de tomar decisiones e influir en el orden internacional, el imperialismo ha muerto.